En las últimas semanas hemos leído con frecuencia que estamos en la antesala de una de las peores crisis en la historia reciente de la humanidad. Lo Urgente y Lo Importante de las Crisis Globales en el entorno económico se observan todos los elementos para que metafóricamente se forme un huracán grado 5, de acuerdo con la Clasificación de Saffir-Simpson o una tormenta perfecta.
La crisis sanitaria originada por el virus COVID-19 ha puesto al mundo en una situación sin precedentes, a la emergencia de salud se suman complicaciones en el entorno económico y la situación de las empresas y gobiernos se agrava en la medida de la duración de la crisis.
Desde la perspectiva ambiental, hemos recibido innumerables mensajes relevantes por parte de la Tierra, pero la gran mayoría han sido ignorados. Cuando los mensajes importantes no son atendidos también se convierten en condiciones urgentes, que reducen el tiempo para su análisis y toma de decisiones acertadas. Este año el lema de las Naciones Unidas es: “La hora de la naturaleza” en un afán para que los ciudadanos escuchemos los mensajes que la Tierra nos manda y que la recuperación de la crisis económica actual escuche las señales del entorno y no se continúe hipotecando el futuro de las siguientes generaciones.
Riesgo, incertidumbre, cambio del status quo… no son tiempos cómodos, pero es precisamente en este contexto cuando el líder está llamado a la acción: su función como dirigente en tiempos de crisis debe ser guía para gestionar a las organizaciones a la normalización de la nueva realidad, sin relegar los grandes pendientes ambientales. En este sentido habría que preguntarnos
¿Qué ha pasado con la Agenda para la Sustentabilidad Empresarial y Gubernamental que lideró en buena medida el World Business Council for Sustainable Development (WBCSD) en la última década del siglo pasado? Aunque recordemos que fue iniciada en Estocolmo desde 1972, seguida por las tres Cumbres de La Tierra: Río 1992, Johannesburgo 2002, nuevamente Río en 2012 – y que tenía entre sus postulados:
- Cumplimiento legal
- Producción más limpia
- Ecoeficiencias
- Cambio climático
- Responsabilidad social empresarial
- Comunidades sustentables
- Abatimiento de la pobreza
¿Qué tan efectivos han sido sus mecanismos de acción- legislación de comando y control, regulación voluntaria, instrumentos económicos y cooperación- para detener o reducir la “tragedia de los comunes”?
Si bien la crisis sanitaria que estamos viviendo también tiene un impacto global y relevante desde la perspectiva antropocéntrica, la crisis ambiental es de mayor impacto en todos los seres quienes habitamos este planeta y cuya inmediatez, alcance y escala del riesgo no han sido comprendidos debidamente dado que las tendencias de deterioro continúan globalmente.
La crisis sanitaria está buscando resolverse con prontitud y eficiencia utilizando múltiples mecanismos de cooperación entre gobiernos, empresas y por organizaciones de la sociedad civil; enfocadas en producir una vacuna y un tratamiento efectivo contra el COVID-19. Se ha puesto atención en el desarrollo de protocolos y buenas prácticas en un intento por reabrir la economía, a pesar de encontrarnos en un momento de alto riesgo de contagio que cause nuevos brotes, más morbilidad y mortalidad.
¿Cuál es la razón por la que la crisis sanitaria está siendo rápidamente atendida; en tanto que la crisis ambiental ha sido postergada?
Todo parece indicar que la relación entre economía y sociedad resulta ser conspicua: La economía depende de la sociedad; aunque he escuchado por parte de muchos empresarios que la sociedad depende de la economía. Entonces ¿Cuál es la relación de la economía y sociedad con el medio ambiente y sus recursos naturales? Esto se puede observar con mayor claridad en la Figura 1.
La elipse más pequeña simboliza a la economía y ésta depende de las reglas de las otras dos; es decir, la economía depende tanto del capital humano como del capital natural para prosperar. Si esto es así, hemos esperado demasiado tiempo para atender nuestra crisis ambiental y la estamos posponiendo para que nuestros hijos y nietos la resuelvan, justamente contrario a la filosofía del desarrollo sustentable: “El desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer las capacidades que tienen las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades” postulado por La Comisión Mundial para el Medio Ambiente y el Desarrollo, establecida por las Naciones Unidas en 1983.
Actualmente seguimos con tres crisis que atender: ambiental, sanitaria (social) y económica. Nada distinto del famoso reto del Triple Resultado (crecimiento económico, progreso social y cuidado del ambiente, que se concilian mediante gobernanza estatal o corporativa y uso de tecnologías apropiadas). Los retos globales para gobiernos y empresas no difieren, simplemente que ahora ya son tanto importantes como urgentes y nuestro tiempo de actuar antes del colapso se reduce.
Entonces ¿Qué deberíamos hacer?
- Elaborar y/o revisar planes estratégicos y operativos que atiendan objetivos de Triple Resultado, tomando en cuenta un futuro común que muestre una comprensión de las expectativas de la sociedad y no solamente de los grupos de interés más allegados. Las estructuras organizacionales deberán seguir a las estrategias y no viceversa. Las estructuras deberán ser competentes para cumplir su desempeño. No improvisar estructuras porque la curva de aprendizaje será más lenta y costosa.
- El proceso de toma de decisiones trascendentales debería ser incluyente, interdisciplinario e intergeneracional. La administración del cambio implica responsabilidad y evolución.
- Seguir pensando globalmente, pero actuar localmente particularmente para fortalecer las proveedurías regionales. Esto facilita el progreso social local y crea un sentido de pertenencia.
Resumen Lo Urgente y Lo Importante de las Crisis Globales:
Hay crisis urgentes y relevantes. La crisis sanitaria del COVID-19 es urgente y está siendo atendida con prontitud y eficiencia mediante múltiples mecanismos de cooperación internacional para lograr una vacuna y tratamientos efectivos. La crisis ambiental también es relevante, pero no ha sido atendida con sentido de urgencia. Existe una agenda gubernamental y empresarial para la sustentabilidad desde la última década del siglo pasado, cuyos objetivos son: cumplimiento legal, producción más limpia, ecoeficiencias, cambio climático, responsabilidad social empresarial, comunidades sustentables y abatimiento de la pobreza, los cuales le dan la importancia que merecen a los soportes de la economía: sociedad y recursos naturales.
Los resultados de esta agenda son exiguos y se requiere dar un sentido de urgencia similar al de la crisis de COVID-19. De lo contrario, las próximas generaciones padecerán las consecuencias de nuestra desatención. Se recomienda iniciar y/o revisar planes de Triple Resultado, con un enfoque incluyente, interdisciplinario e intergeneracional. Continuar con un enfoque global, pero con una actuación local que facilite el progreso social y fomente un sentido de pertenencia.
English summary: There are urgent and relevant crises. The COVID-19 health crisis is urgent and is being addressed promptly and efficiently through multiple international cooperation mechanisms to achieve vaccines and effective treatments. The environmental crisis as well is relevant, but it has not been addressed properly. There is a government and business agenda since the last decade of the past century, whose objectives are: legal compliance, cleaner production, eco-efficiencies, climate change, corporate social responsibility, sustainable communities, and poverty reduction, which provide the deserved importance to the economy pillars: society and natural resources.
The results of this agenda are meager, and it is imperative to give it a sense of urgency like that of the COVID-19 crisis. Otherwise the next generations will suffer the consequences of our negligence. It is recommended to start and/or review Triple Bottom Line plans, with an inclusive, interdisciplinary, and intergenerational approach. Continue with a global approach. Continue with a global approach, but with a local action that facilitates social progress and creates a sense of belonging.
Dr. Mario V. Huerta Huitzil
Managing partner TBL
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